FOTOS | Etiqueta, seguridad y limpieza, en el transporte público de Taiwán

29/07/2016 - 12:03 am

Raúl creció entre Yucatán y Quintana Roo, en donde se acostumbró a un transporte público deficiente y en mal estado. El tema comenzó a tomar relevancia cuando sus viajes frecuentes a Taipéi le mostraron que la riqueza de un país no se mide en dólares sino en la calidad de sus servicios públicos. A continuación, su experiencia con la limpieza y educación de los Taiwaneses.

Por Raúl Gasque

Las reglas de etiqueta para procurar al otro deben seguirse al pie de la letra. Foto: Raúl Gasque
Las reglas de etiqueta para procurar al otro deben seguirse al pie de la letra. Foto: Raúl Gasque

Ciudad de México, 29 de julio (SinEmbargo).– Cuando llegué a pasar una temporada larga a Taipéi, Taiwán se presentó una situación que me hizo percibir la vida cotidiana de una forma diferente: tener acceso a un transporte público de primera con relación directa a la calidad y el precio del servicio. Esta situación me hizo formularme una serie de planteamientos sobre el transporte público de mi país natal, es decir México.

Crecí en el estado de Yucatán, y he pasado muchas temporadas largas en Mérida y en varios municipios de Quintana Roo, sitios donde el transporte público es deficiente, los costos del servicio son altos, los camiones y combis se encuentran en malas condiciones, y no tienen ningún tipo de instancia real de atención al usuario, y por lo general sindicatos con un criterio obtuso obstruyen casi cualquier otra alternativa de mejora—como es el caso de la criminalización de Uber en el Estado de Yucatán—.

Para los que somos del interior de la República, la Ciudad de México presenta una serie de diferencias a favor y hasta se puede uno sentir agradecido, comparado con la pésima calidad de los servicios en provincia.  Al salir del país puede uno mirar transportes muy buenos pero que tienen un costo altísimo, incluso para sus habitantes, como es el caso de Madrid, en donde cada boleto cuesta en promedio hasta 60 pesos.

Mujer sola, tranquila y contenta en el metro. Foto: Raúl Gasque
Mujer sola, tranquila y contenta en el metro. Foto: Raúl Gasque

Al percibir esto puedes llegar a mirar con ojos de comprensión las problemáticas del transporte público en la Ciudad de México, justificándolo con el precio bajo, comparándolo con casi todos los estados de la República y haciéndose a la idea que optar por mejoras drásticas significaría un incremento significativo en el costo de los servicios (comparándolo con Europa y Estados Unidos).

Pero esta situación, en mi caso, la empecé a ver de otra manera a partir de que empecé a viajar a Taipéi y empecé a utilizar el metro y el autobús en esta ciudad. Para tener un escenario más claro hice una investigación para comparar los presupuestos que asigna México y Taiwán con relación al transporte público: En Taiwán el gasto de inversión asignado al transporte público es de 160 millones dólares (2 mil 832 millones 587 mil 937 millones de pesos) para una población de 23.48 millones de personas, mientras México asignó en este 2016 mil 184 millones para el transporte público y 205 millones para infraestructura ciclista para el total de 122.3 millones de mexicanos.

Desde el principio podemos observar una diferencia notable de la asignación de los recursos. Es claro que en Taiwán responde a una preocupación por estimular e incentivar el transporte público para evitar el automóvil particular. Según un comunicado reciente, el gobierno manifestó la urgencia de invertir más recursos en este apartado para que la gente empiece a considerar el utilizar el metro, los autobuses y la bicicleta, esto para abatir la contaminación, el tráfico y el sedentarismo que provoca obesidad y otros males.

Baños impecables. Foto: Raúl Gasque
Baños impecables. Foto: Raúl Gasque

En el día a día, lejos de los números y las asignaciones presupuestales, lo más evidente y dramático lo encontré en el precio del boleto en el metro de Taipéi, el cual oscila entre los 6 pesos y los diez pesos sí sales del área metropolitana. Este boleto incluye excelente servicio desde que llegas a adquirir los boletos, áreas impolutas, perfecta iluminación, aire acondicionado en todos los espacios, rampas para personas con problemas de movilidad, baños perfectamente limpios, bebederos con agua purificada, internet Wi Fi de banda ancha gratuita e ilimitada, contactos para conectar computadoras, teléfonos y dispositivos móviles, call center 24 horas por si quisieres quejarte de algo, instrucciones en inglés y mandarín en todas partes, asientos para adultos mayores, espacios para discapacitados, letrero con la hora exacta en la que pasará el siguiente tren…

Información del call center por si acaso tienes alguna queja. Foto: Raúl Gasque
Información del call center por si acaso tienes alguna queja. Foto: Raúl Gasque

Y esto no es todo, para garantizar la buena experiencia del usuario hay letreros que establecen las penas por acoso a una mujer, silbatos y alarmas para combatir esta situación, letreros y estricta vigilancia para que los usuarios no puedan ni mascar chicle una vez que se está en el interior de las instalaciones.

También por todas partes hay una campaña que solicita a la gente comportarse de buenas manera y una denominada “etiqueta del usuario del metro”, la cual establece ceder los asientos a la gente que lo necesite, así como el no utilizar celulares adentro del metro para que uno no tenga que estar escuchando la conversación de terceros, es decir acá la contaminación auditiva cuenta y si alguien la transgrede es advertido y posteriormente multado.

Ahora vayámonos a los autobuses, los cuales no distan de la calidad del metro y tiene mucho más rutas, este transporte incluye unidades perfectamente limpias, choferes capacitados y monitoreados, música clásica para la tranquilidad de los que van sentados, todo esto por la módica cantidad de 6 pesos en toda el área metropolitana.

Alarmas para activar en caso de alguna emergencia. Foto: Raúl Gasque
Alarmas para activar en caso de alguna emergencia. Foto: Raúl Gasque

En este tipo de transporte vives cosas que podrían ser consideradas como ciencia ficción en México, como una vez que el chofer se dio cuenta que yo estaba perdido, se paró y entre mandarín e inglés me explicó cómo llegar a mi destino. En otra ocasión observé algo que incluso fotografié, una persona mayor esperaba en silla de ruedas en la calle, por obligación el chofer paró, bajo la rampa especial, subió a la persona en silla de ruedas y la colocó en un espacio asignado; cuando ella quiso bajar, el chofer de la unidad hizo la misma rutina pero al revés. Yo cuando vi esto casi se me salen las lágrimas, ya que esto para mí era utópico, pero en Taiwán esto no es una cortesía, es una obligación de los transportistas, quienes desempeñan su trabajo al pie de la letra para brindar un buen servicio.

Esto genera que la gente en la calle respete las instalaciones, esté de buen humor, cedan el paso, puedan dormirse en el camión o el metro sabiendo que llegarán bien a su destino y que exista una cero tolerancia a los robos, ruido y cualquier situación que molesté a los otros.

Las mujeres pueden andar en mini faldas y shorts solas sin que alguien las moleste, uno puede estar revisando el timeline de su teléfono sin ningún tipo de miedo, puedes contar tu dinero enfrente de todos sin estar con la paranoia de que te asalten a la primera, y por si fuera poco puedes leerte de principio a fin la última novela de Milan Kundera en la comodidad del retrete de los baños públicos sin que nadie te moleste.

Carlitos contando su dinero con tranquilidad. Foto: Raúl Gasque
Carlitos contando su dinero con tranquilidad. Foto: Raúl Gasque

Si regresamos al ejercicio comparativo con México podemos ver que no es un tema de falta de recursos sino que es una situación de prioridades, es decir los diputados creen que la asignación presupuestal debe de ir en otra dirección, de los 50 mil 748 millones en lo que se refiere a movilidad (Ramo 09 de Comunicaciones y Transportes; o el Ramo 23, que incluye el Fondo Metropolitano y el Fondo de Pavimentación) en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2016, solamente mil 184 millones se dirigirán al transporte público y 205 millones a la infraestructura ciclista.

Pero cuando creemos que esto es generado porque Taiwán es un país más rico que México, también podemos percatarnos que es un tema mucho más complejo y que no tiene nada que ver con el dinero que tiene un país y otro, si hacemos un balance y un comparativo en escalas de economía mundial podemos ver que México está entre el lugar 13 en la lista nominal y 11 en las economías del mundo, mientras Taiwán ocupa el lugar número 26, esto evidencia que la economía del primero es mayor que la del segundo, y no se refleja ni cercanamente con relación al transporte público.

Nuevamente enfocándonos en la experiencia del usuario, realicé varias dinámicas para fotografiar distintos escenarios y comprobar la calidad del servicio público de transporte de Taiwán, específicamente en su capital Taipéi. Seguí a tres amigas durante un traslado de hora y media, ahí cada una anduvo separada, juntas, platicando, revisando el internet, no hubo ningún tipo de situación rara ni incómoda durante este tiempo.

Carlitos leyendo un libro en el retrete. Foto: Raúl Gasque
Carlitos leyendo un libro en el retrete. Foto: Raúl Gasque

Posteriormente acompañé a mi amigo Carlitos durante su trayecto en el metro de la ciudad, en esta dinámica él leyó un libro en el baño, contó su dinero en efectivo y tomó una siesta durante el trayecto a su destino.

Para cerrar esta investigación pragmática acompañé a un amigo a que se pintara y vistiera de mujer en el baño del metro, él se llama Alberto y es de Madrid, nadie se metió con él de ninguna forma, al terminar de pintarse los ojos y de ponerse las pestañas postizas me afirmó “En Madrid es probable que alguien me cayera a palos, pero acá me siento completamente seguro. Ya ves, hasta me puedo vestir de mujer en el metro y la gente como si nada”.

Alberto arreglandose en el baño del metro. Foto: Raúl Gasque
Alberto arreglandose en el baño del metro. Foto: Raúl Gasque

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